Fenómenos extraños
Lo prometido es deuda, esta es la historia del espíritu que convive con nosotras.
Al principio simplemente eran pequeños ruidos, corrientes de aire que cerraban puertas... pero con el paso de los meses se fueron haciendo más habituales y cada vez más extraños. Poco a poco, nos fuimos dando cuenta de que había puertas que se cerraban o se abrían cuando no había ninguna ventana abierta, las luces estaban encendidas cuando nadie las ha encendido antes, desaparecía comida, etc.
El gran susto nos lo llevamos cuando, de repente, una tarde mientras veíamos tranquilamente la televisión, la ventana del salón se abrió de golpe y las cortinas volaron. Es algo con lo que todavía tenemos pesadillas. Durante una temporada, cada vez que escuchábamos algún ruido extraño (portazos, objetos que se caen, ventanas que se abren o se cierran...), ibamos en pelotón a ver que había ocurrido. El último entretenimiento de este travieso espíritu es encender la televisión en plena noche. Pero, a la larga el oído se acostumbra a esos fenómenos extraños y nosotras aprendimos a convivir con ellos. Incluso, nos lo tomamos con humor y creamos una teoría sobre el espíritu del piso: en realidad los fenómenos extraños los causa el espíritu de la madre de la propietaria del piso a la que no le gustamos e intenta echarnos desde hace años. Pero... no lo conseguirá!!!
Al principio simplemente eran pequeños ruidos, corrientes de aire que cerraban puertas... pero con el paso de los meses se fueron haciendo más habituales y cada vez más extraños. Poco a poco, nos fuimos dando cuenta de que había puertas que se cerraban o se abrían cuando no había ninguna ventana abierta, las luces estaban encendidas cuando nadie las ha encendido antes, desaparecía comida, etc.
El gran susto nos lo llevamos cuando, de repente, una tarde mientras veíamos tranquilamente la televisión, la ventana del salón se abrió de golpe y las cortinas volaron. Es algo con lo que todavía tenemos pesadillas. Durante una temporada, cada vez que escuchábamos algún ruido extraño (portazos, objetos que se caen, ventanas que se abren o se cierran...), ibamos en pelotón a ver que había ocurrido. El último entretenimiento de este travieso espíritu es encender la televisión en plena noche. Pero, a la larga el oído se acostumbra a esos fenómenos extraños y nosotras aprendimos a convivir con ellos. Incluso, nos lo tomamos con humor y creamos una teoría sobre el espíritu del piso: en realidad los fenómenos extraños los causa el espíritu de la madre de la propietaria del piso a la que no le gustamos e intenta echarnos desde hace años. Pero... no lo conseguirá!!!
6 comentarios
Laura -
Lahia -
Anónimo -
Nuri -
Leire -
carita -